AUDIO PROGRAMA RADIAL TRIPALIUM JUEVES 11 DE OCTUBRE DE 2012
Vecinos de Costa Azul Sur, preocupados por emprendimiento en el faldeo serrano
Desde hace tiempo que los vecinos de barrio Costa Azul Sur vienen manifestando su malestar por el emplazamiento de un emprendimiento turístico en el faldeo montañosos Este, declarado como Área Protegida AP 1 por la ordenanza 5.310.
El proyecto turístico se denomina “Alto Vuelo Parque Aventura” y sus responsables ya han presentado la propuesta ante el Concejo de Representantes, el cual ha sido girado al Consejo de Planificación Urbano Ambiental (CPUA) para su estudio.
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Interés General
Edición 490
Costa Azul Sur Área des«protegida»
5 OCTUBRE, 2012 | 490, EDICIONES, INTERÉS GENERAL, PORTADA
Preocupa a los residentes del sector un proyecto turístico de envergadura emplazado en una zona ambiental protegida.
Los vecinos autoconvocados de barrio Costa Azul Sur se reunieron el pasado miércoles 26 de septiembre para dilucidar las medidas a tomar por el posible impacto ambiental y social que un proyecto de turismo activo sustentable generaría sobre el barrio y la montaña.
El emprendimiento se denomina «Alto vuelo-Parque aventura» y ocupa un predio de 33 hectáreas sobre una zona privada declarada como «área protegida uno» (AP1), colindante al conocido desarrollo inmobiliario «View Lake» (ex Le Quartier).
Hace unas semanas, el proyecto -que no ha tenido tratamiento aún en el Concejo de Representantes-, fue presentado para su consideración ante el Consejo de Planificación Urbano Ambiental (CPUA) órgano asesor técnico del Ejecutivo Municipal.
«El Bamba» tuvo acceso al contenido del mismo y en él se informa las actividades y servicios que brindaría esta alternativa turística: un parque aéreo, arborismo y tirolesa, palestra, rappel, paseos en burro, paseos en bicicleta, cabalgatas, caminatas regenerativas y de oxigenación, trekking liviano, taller de barriletes, observación e interpretación de flora y fauna del bosque serrano y se prevé además el diseño de una zona de retiro y encuentro con la instalación de una gruta de Nuestra Señora del Carmen, patrona de la ciudad.
¿Qué significa área protegida?
Las zonas de monte y bosque encuadradas dentro de lo que el marco legal define como «Área Protegida Uno», implica que tienen prioridad respecto de otros espacios: en las primeras, se encuentra prohibida cualquier intervención que implique la más mínima modificación al ecosistema natural, tal como movimiento topográfico, deforestación o construcción.
Jurídicamente, se violarían disposiciones normativas como la ley nacional de bosques y la provincial de protección del bosque nativo que sigue vigente -aunque con pedido de inconstitucionalidad-.
En el orden municipal la Ordenanza Nº 4.021 -aún no reglamentada-, establece que «la declaración de áreas protegidas (…) implica que cualquier utilización de carácter y fin de que trate, deberá contar con la autorización municipal» correspondiente.
A su vez, dispone: «Queda prohibido toda modificación de las características topográficas de relieve natural, como así también toda alteración y/o modificación del ecosistema natural existente.
«Asimismo no se permitirán loteos, fraccionamientos y/o subdivisiones de las parcelas existentes, debiendo los proyectos de construcción a ejecutarse en el sector (…) ser autorizados mediante Ordenanza específica dictada al efecto».
Esto significa que la autorización para el funcionamiento del proyecto turístico en mención requiere que el Concejo de Representantes emita una «ordenanza especial», pero con el aval de los vecinos.
También está reflejado en la Carta Orgánica: «(…) Se prohíbe la aprobación o desarrollo de cualquier proyecto urbanístico que no se subordine a los principios ambientales» (artículo 12). Y «el municipio debe preservar y proteger los bosques serranos urbanos que constituyen áreas de alto valor ecológico con potencial de desarrollo recreativo, educativo y turístico» (artículo 15).
En la reunión realizada por vecinos autoconvocados de Costa Azul Sur se hizo presente el ingeniero Gustavo García Setti, presidente del Colegio de Ingenieros e integrante del Consejo de Planificación Urbano Ambiental (CPUA) quien brindó su visión al respecto: «Observé que los desarrollistas hicieron un movimiento de suelo, detrás de los escalones de calle Tokio; actuaron sin permiso legal porque el área protegida implica que no se puede modificar la topografía del lugar ni el ecosistema.
«Han colocado las tirolesas, algunos pasos aéreos para los chicos con troncos y prepararon el estacionamiento para colectivos».
Comentó además que el proyecto ingresó el pasado miércoles 26 de septiembre y que luego de ser estudiado detenidamente, darán una opinión técnica.
«No se trata de obras de estructura, sino sólo trabajos de movimiento de suelo de aproximadamente unos 200 metros cuadrados».
En tanto, la ambientalista Laura Coladón, en representación de la Asociación de Amigos del Río San Antonio (ADARSA) comentó que a su criterio «existen demasiadas arterias abiertas que intentan ser senderos pero en realidad son verdaderas calles, muy anchas» y «ya comenzaron a impactar; hay dos terraplenes y una sala de usos múltiples que quieren hacer muy arriba en la montaña».
Propuso que el ingreso al emprendimiento sea «por la colectora y no por las calles internas del barrio».
Finalmente, reflexionó: «El problema es que siempre empiezan a hacer las cosas antes de avisar».
Palabra oficial
Desde la Dirección de Planeamiento Físico Ambiental la arquitecta Liliana Bina explicó a «El Bamba» la «contradicción» que encierra la Ordenanza de Área Protegida: «La norma dice que no se puede hacer nada en la montaña pero a su vez exige que los emprendimientos que excepcionalmente se quieran ejecutar tienen que ser aprobados por el Concejo».
Informó que «la obra está hecha casi en un 50 por ciento y no se dictó la ordenanza que la apruebe».
Los vecinos plantean el cambio social y urbanístico que va a tener la vida del barrio cuando empiece a funcionar este proyecto, por eso la arquitecta señaló: «Creo que si se da la factibilidad de habilitación hay que evitar que los turistas ingresen por el barrio porque ello afectaría la tranquilidad de esa zona residencial».
Bina reconoció que «existen demoras en la reglamentación de esa normativa» y que «todavía falta terminar de definir las zonas intangibles y aquellas donde pueda tener lugar algún tipo de intervención» porque algunas de ellas comprenden terrenos de particulares; caso contrario, «no tiene sentido hablar de área protegida».
Por eso, «hasta que no se dicte la reglamentación las confusiones van a continuar».
También informó que «los titulares ingresaron los planos al Consejo de Planeamiento con modificaciones: localizaron dónde iría el equipamiento de servicios, anularon las propuestas de hacer salones de usos múltiples y modificaron los accesos al lugar, previéndolos hacer por la colectora».
Por último, la funcionaria recordó que «algunos loteos que pertenecen a la zona roja de la ley de bosques están sujetos a expropiación para proteger reservorios de agua, de oxigenación, de mantenimiento de la biodiversidad y, por lo tanto, no pueden ser urbanizados».
En defensa del barrio
Liliana Picatto, vecina autoconvocada y promotora de la reunión barrial, señaló a este medio que «el desarrollo sería negativo para el barrio porque afectaría la topografía del sector que no está preparado para esto. Se están abriendo caminos en la ladera de las montañas; desvirtúa la zona residencial y el constante paso de camiones está destruyendo las calles que con tanto esfuerzo pagamos los vecinos.
Además, desviaron el curso natural de agua por las montañas.
«Los vecinos linderos al predio pueden certificar cómo se están haciendo terraplenes y columnas» y no dudó de que exista «complicidad aparente del Municipio, que no impidió nada de lo que estamos denunciando».
Aclaró que no se oponen «al éxito ni al turismo» sino a que «están desvirtuando la condición de AP1 y de nuestro barrio» porque el operador turístico y el propietario del predio cuestionado «son depredadores, han llenado el monte de olmos».
Otro vecino comparó con «algo parecido» que «hicieron en la entrada a La Cumbrecita; primero empezaron con eso y luego agregaron hoteles y emprendimientos comerciales».
Una vecina mostró su rechazo total al proyecto: «Ellos construyen y nosotros tenemos que acomodarnos; lo hubiesen hecho en un lugar permitido. Prefirieron trabajar clandestinamente, camouflándose en el derecho de propiedad privada, burlándose de las ordenanzas».
Otros residentes aseguraban de que hasta hace pocos días «grandes camiones pasaban de 20 a 30 veces por día llevando escombros para rellenar suelo».
Picatto se quejó porque varios autoconvocados «pedimos por nota qué tipo de obras se estaban haciendo en ese lugar, por qué no se exhibía ningún tipo de cartelería y nunca se nos respondió nada; la Municipalidad está permitiendo que esto se haga».
Dos de las arterias más afectadas serían calles Fidias y Galileo.
Otros participantes de la reunión manifestaron su preocupación porque las calles del barrio se utilicen como «salidas de emergencia» y señalaron que las viviendas «se desvalorizarían».
Paola García es una joven que vivió siempre en el sector y aseveró que «la situación será muy crítica para la vida de todos a partir de este microemprendimiento; vamos a estar sometidos al tránsito constante de colectivos más el tráfico de personas que vengan a visitar la gruta».
Asimismo, recordó que tiempo atrás tuvieron problemas «con este empresario porque desde hace muchos años tapó el cauce de la montaña con basura cuando había inundaciones y arrojó líquidos cloacales, lo cual fue muy riesgoso ambientalmente».
«No es un emprendimiento inmobiliario»
La sociedad está integrada por el ingeniero civil Iván Kukanja (hijo del propietario de ese loteo) y la empresa Alto Vuelo, a cargo de José Luis Saieg. En una visita a este Semanario, los socios se explayaron sobre su proyecto turístico. En primer término, aclararon que la ley expresamente «no prohíbe construir, sino que exige la autorización del Concejo», y que se trata de una propuesta de «turismo sustentable, eso significa amigable con el medio natural.
«Nos adecuamos al lugar; anclamos dos niveles de juegos aéreos en árboles que no pertenecen a la vegetación autóctona porque son especies exóticas plantadas por la familia Kukanja hace 20 años y por una cuestión de tiempos teníamos turno con una empresa suiza proveedora de los juegos para instalarlos en junio», explicó Saieg.
«Acondicionamos los caminos que ya estaban hace tres décadas, cuando supo disputarse en los ´80 una carrera de jeeps».
Iván Kukanja amplió: «Las parquizaciones y caminos para el tránsito de las cabalgatas y el trekking se hicieron hace más de 20 años y en esa época no existía el AP1 y ninguna prohibición al respecto; en el momento en que se plantaron esas especies arbóreas como álamos, eucaliptos y pinos, más algunos tilos y nogales los usos y costumbres de la época no decían que era algo malo».
El ingeniero anticipó que tiene pensado forestar con especies «más atinadas a esta región semi árida» como molles, algarrobos y chañares en la zona de espacios verdes para uso del público y justificó que «los olmos que existen nacieron solos y están invadiendo todas las sierras».
Remarcó su «compromiso con el medio natural: vamos a utilizar las zonas bajas ya parquizadas y los caminos ya consolidados históricamente destinando 26 de las 33 hectáreas para una reserva de bosque autóctono».
El plan de «restauración» implica plantar especies nativas y «mitigar los efectos de las especies invasoras», así como de «preservar el suelo» a través de obras hídricas que «favorezcan la infiltración y reduzcan el flujo del agua para disminuir la erosión del suelo».
En tanto, el titular de Alto Vuelo subrayó que «no somos un parque estilo Peko´s, como salió publicado en otros medios gráficos» y que la alternativa comprende también un «compromiso educativo con esta ciudad: los spots publicitarios de Turismo muestran la imagen de la tirolesa de Peñón del Águila a 140 kilómetros de acá; el Parque Nacional Quebrada del Condorito a 60 kilómetros y Los Gigantes a otros 80 de aquí; nosotros vivimos en Carlos Paz y nuestros niños deben advertir su entorno natural».
Por su parte, los emprendedores señalaron que los espacios cubiertos como baños, bar, boletería y otras construcciones se ubicarán en la parte baja, de forma tal que no impacte en las visuales de las sierras.
Respecto al contacto mantenido estas semanas con los autoconvocados, Saieg relató que la primera vez que se reunieron (el pasado lunes 24 de septiembre) «nos acercamos voluntariamente para informar, evacuar dudas, entender la problemática de ellos y buscar una solución amigable; sin embargo, fuimos agredidos y maltratados irrespetuosamente.
Les entregamos el proyecto y los planos y nos retiramos».
Con respecto al segundo encuentro mantenido por los residentes del sector, Saieg dijo que no asistieron porque «se desarrolló en una vivienda particular y no fuimos invitados; sin embargo, tuvimos reuniones posteriores con otros vecinos con los cuales era factible dialogar».
Expresó su preocupación porque «los vecinos no conocen el lugar» y desconocen el tema, a la vez que opinó: «Quienes ingresaron al predio lo hicieron fuera de la ley violando un domicilio privado».
Respecto a los accesos al parque utilizando las calles del barrio, motivo central de la queja por los residentes de Costa Azul Sur, Kukanja remarcó: «Queremos transmitir tranquilidad a los vecinos de que el acceso público principal va a ser por la ruta 38, sobre la colectora.
Nos asesoró gente del Municipio y estamos dispuestos a firmar un acta compromiso que prevea el uso de las calles internas sólo en casos de emergencia para bomberos, ambulancias y personal del establecimiento».
Finalmente, reiteraron: «Nuestro capital es la naturaleza y vamos a invertir mucho dinero en mejorar el bosque serrano y en un plan de manejo del fuego, en redes hidrantes y reutilización del agua de lluvia. Por eso nuestro proyecto es sustentable».
Lic. Javier Medina Gandía
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