miércoles, 31 de agosto de 2011

PROGRAMA RADIAL TRIPALIUM: VIERNES 2 DE SEPTIEMBRE DE 2011


FACEBOOK DE guiARTE EN LA CULTURA






FACTORES SOCIALES, ECONÓMICOS, CULTURALES Y POLÍTICOS DE LA PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE


DOCUMENTO PARA LEER:



El vínculo entre SOCIEDAD y la NATURALEZA , se encuentra en la relación recíproca en que influyen ambos factores entre sí, es decir, tanto la naturaleza tiene influencia en la sociedad, como la sociedad en la naturaleza.

FUENTE: CATARINA

miércoles, 24 de agosto de 2011

PROGRAMA RADIAL TRIPALIUM DÍA VIERNES 26 DE AGOSTO DE 2011


ENLACE A UN SITIO QUE NOS HABLA DE QUE PODEMOS HACER, PARA HACER, JUSTAMENTO ESO: UNA CIUDAD SUSTENTABLE

Movimiento hacia una Ciudad Sustentable - Núcleo participativo de instituciones y ciudadanos orientados a revertir el caos, la hostilidad y la contaminación presente en nuestras ciudades.

"...dos tendencias resumen la lógica
contemporánea de la ciudades:
la tendencia a la privatización creciente de la vida;
la tendencia a privilegiar el transitar respecto del residir,
el desplazarse respecto del estar,
el devenir en lugar del ser."
Eduardo Rinessi, Buenos Aires Salvaje.

DEL SITIO: BIOSFERA.ORG

jueves, 18 de agosto de 2011

TRIPALIUM 19 DE AGOSTO DE 2011




S.A.L.A.C. Filial Va. Carlos Paz (Cba), tercera filial en el registro nacional, fue creada el 26 de noviembre de 1999. Por diversas razones, dejó de funcionar. Hoy, nuevos entusiastas, se disponen a continuar la senda de aquel intento y refundar la filial Villa Carlos Paz; en esa dirección dieron el primer paso el 14 de abril de 2009.Ese día, el grupo se comprometió a recorrer este camino con un accionar trasparente, ético, digno, manteniendo la misma esencia y nivel alcanzado por S.A.L.A.C. Nacional: “la cultura nos pertenece a todos y no reconoce fronteras, tiempos, espacios y es la mejor herencia que hemos recibido y la que legaremos a nuestros hijos y nietos, con el orgullo implícito de una historia afianzada en este generoso país”.

domingo, 14 de agosto de 2011

ARTÍCULO DE ARCHIVO RELACIONADO CON EL TEMA DESARROLLADO EN TRIPALIUM EL DÍA VIERNES 12 DE AGOSTO


Los planes para las minas de uranio





La energía nuclear no le es indiferente a la Argentina.  Por lo menos formó parte del primer pelotón de países que lanzaron su carrera hacia la exploración de la energía nuclear.
Ya en los ’40 fueron hallados los yacimientos de uranio y en 1950 comenzaron proyectos que terminaron en la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Centro Atómico Bariloche y con avances concretos como la obtención de concentrados y su purificación nuclear.
La razón de este comienzo plagado de ideas, según la opinión de un Gerente de CNEA, el físico Gabriel Barceló, se debió a “una época en la que teníamos una gran confianza en nosotros mismos y había grandes objetivos”.
Nada hacía pensar que el año 2000 iba a encontrar a la CNEA al borde de la subsistencia con un presupuesto que sólo alcanzaba para sueldos, después de soportar las embestidas de los ministros de economía de los ’90 con la vieja receta de retiros voluntarios.
Pero en el 2006, con la crisis energética como escenario, vino el relanzamiento de la política nuclear. Y para iniciar nuevos proyectos, debían cerrarse los viejos.
Fue en ese momento cuando se dirigió la mirada a la gran cantidad de lugares de producción de uranio que habían sido olvidados. 
Ahora los tiempos cambiaron y para volver a extraer se necesita el consentimiento de las comunidades locales. Y ese apoyo no se va a conseguir si se muestran los viejos complejos en estado deplorable.
Siete minas en seis provincias que comenzaron a paralizarse en los ’80, requieren atención inmediata por el peligro que representan.
Por eso la CNEA gestionó el dinero necesario a través de un préstamo del Banco Mundial y así remediar estos lugares.
El nuevo objetivo no es sólo mostrar que pueden cerrarse en forma correcta las minas peligrosas, sino que es necesario volver a producir.  Porque el valor del kilo de uranio pasó de 25 a 150 dólares en diez años (la caída del muro también tiró el precio internacional del mineral) y, además, en el mundo entero se está volviendo a su utilización para abastecer las centrales eléctricas.
El 27 de enero de este 2010 salió publicado en el Boletín Oficial la concesión de este préstamo que va a torcer la historia de las antiguas minas de uranio argentinas.
El Banco Mundial autorizó la ejecución de 30 millones de dólares que va a administrar el Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio (PRAMU), que depende de la CNEA, y ello debe alcanzar para remediar el terreno con las obras de ingeniería necesarias y cerrar definitivamente la mina.  “¿Cómo hacemos para abrir nuevos puntos de extracción mineras si tenemos a la población en contra?”, se pregunta el Coordinador del PRAMU, el Ingeniero Aníbal Núñez.


El destino del crédito.

Hay muchas poblaciones a las que les va a costar creer, porque lo que quedó de aquellas viejas minas es muy cuestionable.
De los treinta millones de dólares, la mitad se va a gastar en Malargüe, la peor de todas las minas de uranio abandonadas, a sólo diez cuadras de la ciudad y con un dique de colas que ni siquiera cuenta con una membrana que lo aísle de la tierra, por lo que se supone que ya comenzó la filtración hacia las napas.
Malargüe, además, terminó absorbiendo lo que producía Huemul, una pequeña mina vecina que ya está cerrada, y por eso sus colas hoy suman 700 mil toneladas.
Entre tantísimos estudios al agua, ese dinero también va a servir para estudiar el riesgo de inhalación de gas radón-222 en la población cercana y desplazar las colas “a un emplazamiento cuya superficie se encuentra más alejada del nivel freático”, según afirman.  El plan que ya comenzó con dinero de la CNEA, piensa coronarse en tres años cuando se encapsulen los deshechos, se tapen con tierra y se parquice el terreno.
 “En Mendoza, el Estado nacional ha actuado con mucha imprudencia, ahora me dicen que se les filtró agua en los piletones, quieren hacer un “well point”, una depresión a nivel freático”, nos dice Juan Carlos Ferrero, geólogo, especialista en suelos y agua. Y agrega: “Yo les pido que hagan estudios serios, que tengan conciencia que están tratando con agua contaminada!”

Los tiempos del Banco

El dinero que se va a activar en 2010, se va a entregar por partes y las obras se van a hacer de a una por vez. Por eso, funcionarios del Banco Mundial consultados expresaron que Mendoza va a ser la primera experiencia y que luego se intervendrá una por una en las demás minas de uranio abandonadas.
Se va a “apoyar una planificación técnica, ambiental y socialmente responsable”, asegura el Banco, y se va a utilizar “el sitio de Malargüe como experiencia piloto para la implementación de las actividades de remediación”. 
La decisión del Banco Mundial llevó mucho tiempo, porque los banqueros cada vez que veían la palabra uranio o energía nuclear, daban marcha atrás la cesión del dinero.  Argentina tuvo que explicar muchas veces cómo y para qué lo iba a usar. Del mismo modo, los funcionarios del Banco vinieron a visitar y recorrer los lugares a remediar.
La aprobación del directorio del BM fue a mediados del 2008 pero luego se enfrió por la crisis.  Según palabras de Pedro Alba, director del Banco para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, “el reacondicionamiento y restauración de minas cerradas es un proceso relativamente nuevo en la Argentina; por lo tanto hay poca experiencia en el cierre y limpieza de minas. El proyecto asegurará que la herencia de anteriores actividades y cierres del sector minero sea conducido de acuerdo a las mejores prácticas internacionales”.
Después de esta experiencia, aguardan en la lista dos sitios en Córdoba que tuvieron una gran actividad y contribuyeron también con mucho daño.  Aunque aquí a los problemas planificación del Estado, se le agregó la unión con el sector privado, que no ayudó a las cosas.
En Los Gigantes, una mina de uranio justo arriba de la laguna de Carlos Paz, de donde Córdoba Capital se sirve el agua para consumo humano. Allí la empresa Sánchez Granel recibió la concesión en 1982 y operó la planta de extracción de uranio por unos pocos años, desde el ‘83 hasta el ‘89.  En tan poco tiempo dejó escorias por dos millones y medio de toneladas, la mayor de todas. Y como todo lo que puede fallar termina fallando, el agua sucia de los diques bajó al lago.
En 1986, luego de fuertes lluvias, se observó una importante mortandad de peces y un color verde-gris en el río ocasionado por el vertido intencional de soluciones de ácido sulfúrico utilizado en la lixiviación del mineral. Hoy, cada vez que hay fuertes tormentas, los ambientalistas temen que afecte a la filtración de los diques.
El plan actual prevé para Los Gigantes utilizar dinero del préstamo recién después de 2011.  Los que crean necesario una solución urgente deberán tener paciencia, porque tiene que esperar su turno.
Las obras también son variadas.  Por un lado se buscará cerrar las filtraciones, o sea, “el ingreso de los residuos sólidos al arroyo de la Mina”, analizar el agua subterránea donde decanta y limpiar arroyos que presentan “residuos sólidos” que lo transforman “en una corriente de agua incolora en la que no se observa vida alguna”, según reconoce un documento de Evaluación Ambiental labrado por el PRAMU.
Pero el sinsentido mayor desde esta óptica es haber colocado la planta de producción de nitrato de uranio en plena Alta Córdoba, dentro del ejido urbano de la Capital, que también ostenta la mayor contaminación de aguas superficiales y subterráneas.
Todavía se discute si hay que vaciar o no este sitio que cuenta con un incesante tránsito de camiones cargados con sustancias derivadas del uranio y que llegó a producir 150 toneladas de nitrato en su año pico.
Las instalaciones pequeñas en las que se extrajo uranio presentan cuestiones relacionadas con “el cerrado de la mina ya que no llegó a afectarse el medio ambiente”,  como La Rioja, San Luis o Chubut, “aunque igual hay que corresponder con atención”, reconoce Roberto Kurtz, coordinador adjunto del PRAMU.
Un buen modo de mirar este problema es primero a los diques de cola; ellos cuentan con qué responsabilidad fueron construidos y qué contienen.
Cuesta ver cómo se han construido ciertos diques para deshechos que con el abandono parecen a punto de desmoronarse.  En Salta , en el valle de Tonco, las imágenes del dique aterran. Una suerte de palos y alambres enrollados cuidan deshechos propios de la extracción y sulfuro desprendidos a cielo abierto.  Mientras que en los socavones que se han inundado, el uranio está en contacto con el agua.

El uso del uranio

Cada uno de los sitios que hoy se impone remediar viene de una parte importante de la historia argentina, como cuando en 1970 la política nuclear daba  un salto y se decidía utilizar el concentrado de uranio como combustible nuclear, para los reactores generadores de energía eléctrica.
EL hito sucedió en 1974, cuando Atucha I se conectaba al sistema eléctrico nacional.  Ese fue la gran prioridad que se le dio al uranio en este país.
Sin embargo, nunca se dispusieron medidas acordes para evitar un impacto negativo sobre el ambiente y sobre la población que a veces estaba muy próxima a la mina.

Mendoza, el nuevo árbitro.

Mendoza se ha convertido en el árbitro de la política de producción de uranio en la Argentina. El  primer gran objetivo de la CNEA en esa provincia, no es sólo remediar lo que fue abandonado, sino reabrir luego Sierra Pintada, en San Rafael, una mina con gran producción histórica y quizá el único gran uranífero con su complejo armado que puede ser explotado en nuestro país.
Pero esta vez hay otro inconveniente.  Las leyes de protección ambiental de Mendoza prohíben la producción en minas a cielo abierto y Sierra Pintada lo es.
La ley fue sancionada en los últimos meses en que Julio Cobos estuvo al frente de la Gobernación. Y lo que la comunidad científica mendocina le cuestiona, es que no haya diferenciado el impacto que el uranio produce en el medio ambiente, del impacto que ocasionan los metales como el plomo en el aire (que va directo a los pulmones) o el oro, que requiere del volcado de cianuro y de mucha agua para “lavar”.
Hoy, Argentina está gastando 120 millones de toneladas al año en uranio que se importa en su totalidad.  Lo que implica el diez por ciento del presupuesto de 700 millones de pesos de la Comisión de Energía.
Lo concreto es que el país cuenta con dos centrales nucleares, está por comenzar a operar una tercera y se ordenó la construcción de una cuarta, de la que aún se debate las características del mineral a utilizar. Si construir una central para utilizar uranio natural bajo la forma de dióxido de uranio (UO2) -combinado con agua pesada-, o se confluye hacia el uranio enriquecido, como lo está haciendo el resto del mundo y en especial, los constructores de centrales nucleares.
“Demostramos que los deshechos del uranio se secan a la intemperie, se forma como una crosta que después se encapsula”, explica Kurtz, “no hay posibilidades de pérdidas que afecten a la gente, por eso vamos a conseguir su apoyo”.

Hacia los nuevos yacimientos.

El hallazgo de otras cuencas y la vuelta a la producción de uranio son objetivos hoy lejanos.  Por eso es que recién comenzaron los estudios en provincias que permiten este tipo de minería.
Se había anunciado en Salta, pero la rentabilidad no sería suficiente. Chubut -que es todo uranio debido a la intensa actividad volcánica de antiguos movimientos tectónicos-, cuenta con leyes proteccionistas que solo permitirían una actividad minera responsable.
No está lejos decir que se ha vuelto a la etapa de exploración.  El Licenciado Kurtz comenta que estos "cateos y estudios que se realizarán a partir de ahora se concretarán con fondos propios de la CNEA".  Es decir, si el país hoy se decidiera a producir uranio, no podría porque no tiene minas activadas.  No tiene agilizado el primer eslabón que lleva a una política nuclear independiente. Este parate de treinta años le está costando más de lo esperado.  Por eso, en materia de producción, es casi como empezar otra vez de cero.

martes, 9 de agosto de 2011

ANTICIPO PRÓXIMO PROGRAMA RADIAL TRIPALIUM: VIERNES 12 DE AGOSTO

El próximo día Viernes 12 de Agosto de 2011, a las 19:00 Horas por la 95.7 FM RADIO CYBER, tu conexión con el mundo, trataremos sobre la Minería de Uranio y en particular sobre el Ex Yacimiento Uranífero Los Gigantes y otros lugares que se encuentran sin REMEDIAR o RESTITUIR, como dice la CNEA - Comisión Nacional de Energía Atómica



Vista del Ex Yacimiento Uranífero Los Gigantes desde el mismo Macizo de Los Gigantes.

PARA ACCEDER AL "ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL" de la CNEA y sus "ANÁLISIS" y "PROYECTOS y PROMESAS", al respecto del PROYECTO DE RESTITUCIÓN AMBIENTAL DE LA MINERÍA DE URANIO, te invitamos que ingreses al siguiente enlace:
http://www.traslasierradespierta.com/archivos/PRAMU_CNEA.pdf

SOBRE EL RADÓN, uno de los elementos radioactivos presentes junto al Uranio, el siguiente enlace de un estudio realizado en la ciudad de Córdoba:

http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/unc/paper41.pdf

miércoles, 3 de agosto de 2011

PROGRAMA TRIPALIUM DÍA VIERNES 5 DE AGOSTO DE 2011



SOBRE ANÁLISIS ERGONÓMICO DEL PUESTO DE TRABAJO BOMBERO
SITIO DE LA FUNDACIÓN EDUCACIÓN, AMBIENTE Y TRABAJO
FUNEAT



SITIO DE LOS BOMBEROS VOLUNTARIOS VILLA CARLOS PAZ
INFORMACIÓN



NOTA DE ARCHIVO SEMANARIO BAMBA:

Marcelo Zornada
Época de siniestros forestales




«Semanario Bamba» entrevistó al Jefe de Bomberos Voluntarios de nuestra ciudad para conocer cómo abordarán la etapa de alto riesgo de incendios en las zonas serranas.
Se acercan meses de gran sequía en las sierras de Córdoba; Villa Carlos Paz y alrededores, no son la excepción. Año tras año, diferentes montes sufren incalculables pérdidas de flora y fauna autóctona, que tardarán demasiado tiempo para volver a un estado digno de la naturaleza.
La gran mayoría de los incendios son provocados de manera intencional o por negligencia. Una vez más, la especie humana es protagonista a la hora de dañar el ecosistema.
Marcelo Zornada, jefe del Cuerpo de Bomberos, trabaja para la comunidad desde hace 35 años y dialogó con «Semanario Bamba». En relación a la labor que realizarán para prevenir y combatir los incendios forestales, aseguró: «Trabajamos en un plan con enfoque sistémico. Cada vez que finalizamos una campaña, nos encargamos de reunir a los voluntarios que han colaborado para evaluar lo positivo y conocer las cosas que debemos mejorar.
«Durante la reunión tenemos en cuenta el avance de los factores meteorológicos y el tipo de combustible forestal que ha quedado después de los incendios. Luego realizamos un diagnóstico y buscamos las principales probabilidades de siniestros que pueden ocurrir en la temporada siguiente. En función de los resultados obtenidos, empezamos a trabajar sobre una preparación diferente o no del personal, ya que el desgaste físico en muy alto.
«En cada ciclo realizamos diversas tareas de prevención, lo que significa avanzar sobre los factores que generan un incendio».
Con respecto a las conclusiones de la última temporada, Zornada manifestó: «El año pasado hemos visto pocos incendios, pero fueron rápidos y nos llevaron mucho tiempo de trabajo. Recuerdo que tuvimos un gran foco en San Nicolás, donde comenzamos a ocuparnos a las cinco de la mañana con bajas temperaturas, y terminamos después de tres días en la zona de la Juanita. Permanecimos sobre el fuego centímetro a centímetro para evitar que se reinicie, porque si no llegaba pronto a Villa Carlos Paz. Nos jugó muy en contra que en el sector había mucha presencia de agroquímicos, y el incendio era de productos químicos más bien. Además, tuvimos otro muy grande en la zona del Indio Bamba, que muy rápidamente llegó a barrio Colinas.
«Debemos ser conscientes que el problema principal es que los incendios son cada vez más rápidos y peligrosos. A raíz de la situación, tenemos prioridad sobre la vida humana, luego lo material y después actuamos sobre la naturaleza. Siempre intentamos sacar el fuego a una zona de interfase, porque podemos trabajar más tranquilos y sin pensar que está en juego la vida y la propiedad de una familia».
  • Infraestructura
Por otra parte, Zornada hizo referencia a los principales equipamientos materiales y humanos con los que cuenta la entidad. «Actualmente somos 38 voluntarios mayores de edad. Es un requisito indispensable que los integrantes tengan conocimientos y elementos para trabajar con incendios forestales, porque nuestra zona es de alto riesgo. Además, los bomberos realizamos demasiado trabajo psicofísico, ya que la región es complicada por ser montañosa.
«Los materiales y los recursos para combatir incendios de gran magnitud son todos aptos para nuestra región y se encuentran en la sede. Por otra parte, existe un protocolo de trabajo en cada jurisdicción de bomberos que nos permite estar comunicados. Contamos con torres vigías que posibilitan detectar la columna de incendio para empezar a converger los recursos y así acabar con el fuego. En una escalera más arriba, se encuentran los aviones hidrantes y un helicóptero para incendios forestales».
Existen diversas maneras de generar concienciación en los ciudadanos, pero resulta difícil que las mismas sean efectivas dada la diversidad social. En este sentido, Zornada sostuvo: «Los modelos que se deben utilizar para concientizar a las personas, corresponde en gran parte al Ministerio de Gobierno de la provincia. Los encargados lo abordan desde el `Plan Provincial de Manejo Contra el Fuego´. Éste permite el acceso de los recursos para que podamos prevenir a los vecinos.
«El Cuerpo de Bomberos articula con diferentes entidades la información necesaria, para que se conozcan las principales precauciones que deben tener en la época de alto riesgo forestal.
«Considero que los docentes que trabajan con los más chicos están realizando una muy buena labor sobre las problemáticas ambientales. Ellos abordan a los niños de manera pedagógica, lo que generará ciudadanos con conciencia ambiental de acá a 18 años. Sin embargo, si deseamos soluciones a corto plazo, debemos trabajar con adultos. Nosotros capacitamos a las familias que viven en línea de interface, que son aquellas personas que habitan en el monte, donde el inicio y la propagación del fuego es más común».          
En relación al accionar de los carlospacenses durante el transcurso de una problemática de gran magnitud, Zornada señaló: «Los vecinos de Carlos Paz son muy solidarios con nosotros y entre ellos mismos. Durante los incendios he visto a personas que se suman a nuestro trabajo y nos dan una mano; saben que estamos con ellos y eso es muy gratificante. Nosotros agradecemos el aliento y la colaboración recibida.
«Las palabras y sus miradas muestran dolor por la naturaleza, porque saben que afecta directamente sobre la economía local, que es el turismo y provoca daños al medio ambiente», concluyó el entrevistado.